FUNDACIÓN ARAGONESA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE

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	Evolución

La EM es una enfermedad crónica, impredecible en la que cada persona evolucionará de manera diferente. Esta manera de evolucionar se puede encuadrar dentro de cuatro formas:

	Remitente-recurrente: Se experimentan episodios agudos de empeoramiento de la función neurológica. Estos episodios se llaman brotes, exacerbaciones o recurrencias. Se siguen de períodos de recuperación parcial o total (remisiones), libres de progresión. Es la forma más frecuente de inicio, aproximadamente el 85%.

	Progresiva primaria: La evolución es lenta, pero con un continuo empeoramiento de la enfermedad desde el principio, sin brotes y sin remisiones. Sin embargo, hay variaciones en esta evolución con ocasionales estabilizaciones y períodos de menor agravamiento. Su frecuencia es de un 10%.

	Secundariamente progresiva: Se inicia en la forma remitente - recurrente, seguida de un empeoramiento constante, con o sin episodios de exacerbaciones o de estancamiento. Aproximadamente el 50% de las personas con la forma remitente-recurrente desarrollaban esta forma antes de la introducción de los fármacos que modifican la enfermedad.

	Progresiva-remitente: El empeoramiento es mantenido desde el inicio de la enfermedad con claros episodios de exacerbación, con o sin recuperación. A diferencia de la forma remitente-recurrente, en los períodos entre brotes continúa evolucionando la EM.