EL EQUIPO INTERNACIONAL, LIDERADO POR INVESTIGADORES DE WEILL CORNELL MEDICINE DE NUEVA YORK, HA PUBLICADO LOS RESULTADOS DE SU ESTUDIO EN LA PRESTIGIOSA REVISTA CIENTÍFICA ‘NATURE’.
Un equipo internacional de investigación ha identificado un subtipo de células inmunitarias llamadas ILC3 que parecen ayudar a conducir las células T inmunitarias inflamatorias y dañinas al cerebro y la médula espinal de ratones con una enfermedad similar a la Esclerosis Múltiple.
Estas células también aumentan en el torrente sanguíneo de personas con Esclerosis Múltiple Remitente-Recurrente y en otras partes del cuerpo pueden servir para reducir la inflamación. El estudio adicional de este subtipo de células inmunitarias puede producir estrategias novedosas para detener e incluso prevenir la EM.
En este estudio se expresa que “si vamos a reducir o eliminar las respuestas inmunitarias dañinas que subyacen a la Esclerosis Múltiple, necesitamos una mejor comprensión de los procesos biológicos que impulsan la enfermedad en cada etapa“.
Las células inmunitarias llamadas células T son componentes clave de los ataques inmunitarios de la EM en el cerebro y la médula espinal, pero las vías por las que se activan y regulan no están claras. Este equipo, dirigido por investigadores de Weill Cornell Medicine, está explorando un posible papel de las células ILC3, una versión temprana de los glóbulos blancos que han perdido la capacidad de madurar en células T o B.
UNOS RESULTADOS QUE PROPORCIONAN MAYOR COMPRENSIÓN
En ratones con encefalomielitis experimental autoinmune (EAE, con sus siglas en inglés), una enfermedad similar a la Esclerosis Múltiple, el equipo observó un aumento significativo en un nuevo subtipo de células ILC3. Estas células estaban muy próximas a las células T inmunes, ya que se infiltraron en el cerebro y la médula espinal desde el torrente sanguíneo. También encontraron evidencia de que estas células eran esenciales para promover la actividad inflamatoria de las células T, y las encontraron con una frecuencia significativamente mayor en muestras de sangre de personas con Esclerosis Múltiple Remitente-Recurrente, en comparación con los controles emparejados en personas sin Esclerosis Múltiple.
Por otro lado, las ILC3 en otras partes del cuerpo en realidad tuvieron el efecto contrario, sirviendo para eliminar las células inmunitarias T. De hecho, cuando se dirigen a la sustancia que desencadena la EAE, estas células inmunitarias protegen a los ratones del desarrollo de la enfermedad.
Estos resultados proporcionan una mayor comprensión de los eventos tempranos que pueden contribuir al desarrollo de la EM y proporcionan un objetivo novedoso para las estrategias terapéuticas que pueden detener la Esclerosis Múltiple.
Fuente de la noticia: www.esclerosismultiple.com