Antes de empezar hay que marcarse un objetivo realista. No se trata de proponerse retos imposibles porque es probable que se abandonen antes de tiempo.

La mejor forma de llevarlo a cabo es empezar con motivación y no obsesionarse con el peso; simplemente basta tener unos hábitos de vida saludables que permitan lograr el objetivo marcado con más facilidad. En la siguiente lista se muestran algunos de los consejos para conseguirlo:

o Aumentar el consumo de frutas y verduras.
o Aumentar la ingesta de líquidos: tomar agua, zumos... un litro y medio al día.
o Moderar las porciones de las comidas.
o Cambiar los hábitos de manera progresiva: no es cuestión de querer ir de prisa.
o Una buena idea es empezar a comer cereales, fruta fresca o una tortilla francesa en el desayuno. Cuando uno ya se ha acostumbrado, hay que concentrarse en modificar otra comida del día. Por ejemplo, en el almuerzo es recomendable sustituir las patatas fritas por verduras, y así sucesivamente.
o Hacer cinco comidas al día. Desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena.
o Concentrarse en la comida: saborear los alimentos que se coman. No es bueno distraerse mirando la televisión o leyendo el periódico durante las comidas.
o Buscar el apoyo de la familia. Siempre es más fácil cambiar los hábitos si la pareja o un familiar próximo hace los mismos cambios.
o Hacer ejercicio. Empezar con unos pocos minutos al día. Se puede ir al gimnasio o bien ejercitarse en casa. Se trata de hacer estiramientos y ejercicios sencillos –recomendados por un profesional–, incluso con música de fondo. Pero lo más importante es ser constante; hay que hacer un poco de ejercicio cada día.
o Motivarse a partir de pequeños incentivos. Marcarse un calendario y tener presente cuáles son las próximas fechas especiales: aniversarios, bodas, vacaciones, etc. Hay que centrarse en mejorar el peso para disfrutar más en estas fechas, y cuando el evento especial haya quedado atrás, concentrarse en el próximo.

Todo el mundo puede tener sobrepeso, pero las personas afectadas por EM pueden ver que algunos de sus síntomas se agravan o sufrir problemas como: fatiga, dolor de articulaciones, úlceras por presión, imagen personal negativa o riesgo de sufrir complicaciones u otras enfermedades.